Ana Karina Santos. Desde la aparición del libro “50 sombras de Grey”, el erotismo en los libros cobro vida en las manos de gran cantidad de jóvenes interesados en explorar la pasión a través de las páginas y con ello la poesía erótica gana nuevos adeptos.
Y es así como la Porno poesía aparece hasta en las búsquedas de Google, como parte de una de las cuatro industrias más poderosas.
De esta forma la poesía erótica hasta cuenta con eventos que congrega a los amantes del género, destaca el joven poeta Tomás Litta con los eventos Alta Paja y El cuerpo expresivo.
Así mismo en redes sociales existen infinidad de grupos dedicados a esta cultura, como Wasabi Pornohaiku de Virginia Janza y Carolina Lesta, que pone de manifiesta las métricas de los haikus.
Entre los textos publicados vale mencionar los Pornosonetos (Emecé), de Pedro Mairal, quien salió a la luz bajo el pseudónimo Ramón Paz, el escritor y periodista Walter Lezcano con su libro Violencia doméstica, formado por “poemas eróticos de gente grande y que convive hace mucho”.
Todo un género interesante que surge en medio de tabúes, abusos, violencia y feminismo, siendo la poesía un vehículo de expresión que cobra vigencia como elemento de construcción de cambios sociales.
