Ana Karina Santos. Una entrada imponente, capiteles hermosos, columnas que le dan un aire de majestuosidad y vitrales excelsos, se entremezclan entre el arte, la cultura y la gastronomía, para darle a la Confitería Las Violetas, la etiqueta de Cafetería Notable de Buenos Aires.
En el 2017, este fue el título otorgado a la confitería que guarda en su interior los mejores secretos de antaño, grandes cantantes, músicos, historiadores y hasta las madres de la Plaza de Mayo, desfilaron por su sala, formando parte hoy del acervo cultural y de las historias de amor y desamor de la ciudad.
El gerente de Las Violetas Isidro Montes, recuerda con brillo en sus ojos la reinauguración de la confitería en el año 2001, tras atravesar una grave crisis, Las Violetas volvió a la escena renacido y con las fuerzas suficientes para seguir siendo el lugar preferido de turistas y vecinos.
Como Montes revela, cada rincón es propiedad de sus visitantes, cada quien tiene su historia especial en Las Violetas, muchos de los visitantes admiran los vitrales que fueron ensamblados en la ciudad y que fueron importados dese Francia, hoy por hoy, cada accesorio o pieza de este lugar forma parte del Patrimonio Cultural de Buenos Aires.
134 años de historias
Con una ubicación ideal entre las avenidas Rivadavia y Medrano en el barrio de Almagro este local inaugurado un 21 de septiembre de 1884, constituye la visita obligada de un turista y el sitio predilecto de las familias, con menú, s ajustados a todos los gustos, ya sea para probar un café, un postre, una ensalada o una buena entrada acompañada de un vino nacional.
Aunque la vida cultural de Las Violetas no es igual a la de antaño, aún cuenta con una programación de eventos en su página de Facebook Ciclo Cultural Las Violetas, en donde personas interesadas pueden acceder a las presentaciones ya sean musicales, performance y exposiciones que se realizan en este establecimiento de lujo y que representa un orgullo para los porteños.
