Ana Karina Santos. Todo un tabú se ha tejido de generación en generación en torno al arte, supeditándolo a altas esferas de la sociedad, lo que hoy día ha dado un giro de 360 con los planes propuestos con un sinfín de galerías, entre ellas Artout Caminito, que posibilitan el acceso a piezas únicas y especiales.
Desde la creación de esta Galería, Patricia Ávila y Andrea Maturo han posibilitado alternativas útiles e innovadoras para difundir el arte en todo su esplendor, sin discriminar a artistas emergentes, quienes tal vez no tengan tantos años o una amplia trayectoria, pero que son capaces de crear piezas de gran valor.
Por ello, su compromiso continúa siendo brindar la oportunidad de ofrecer espacios físicos y virtuales para exhibir y también para vender piezas originales a precios accesibles, otorgando la posibilidad a los clientes, de adquirir piezas sin importar el lugar del mundo donde se encuentren.
Sólo basta con ingresar a las redes de la galería, elegir las piezas ya sea por el impacto visual que les genera o buscando de forma directa las creaciones de un artista en particular, para poder tener en casa una obra como siempre lo soñó.
Vale resaltar que este tipo de propuestas e iniciativas se están gestando en diversas capitales del mundo para quitarle ese espíritu elitista al arte y la cultura, el cual debe convertirse en un elemento ícono de las sociedades, para su crecimiento y desarrollo, como huella de la idiosincrasia para la posteridad.
En la visión de Ávila, Maturo y galeristas del mundo entero, destaca que el arte se hizo para admirarse, para disfrutarse, para sentirse, para conectarse con lo bello del Universo y ver el mundo a través de los ojos de otros, por ello debe ser compartido y accesible a todos por igual.
