La reconocida mundialmente pintura de la Mona Lisa, al pasar de los años sigue siendo tan enigmática y asombrosa que causa fascinación en todas las latitudes. El cuadro es objeto de estudios de especialistas de diversas áreas, quienes tratan de obtener el máximo información de esta pieza elaborada por el artista Leonardo Da Vinci.
Son infinitas las hipótesis en torno a la famosa pintura de Da Vinci, algunos expresan que la modelo del célebre cuadro de Leonardo sería un collage de varias identidades, o se trata de la imagen de la mujer más enferma de la historia.
Una hipótesis reciente señala que el hipotiroidismo que padecía la modelo de la obra, iniciada en 1503, la condenó a la sonrisa eterna; el caso sigue cautivando a médicos, críticos de arte y psicoanalistas.
En el diario El Clarín fue publicado el análisis del investigador egipcio Donald Sassoon, autor de Mona Lisa, “Historia de la pintura más famosa del mundo” y Ernesto Solari, historiador de arte y experto en Leonardo da Vinci. Ambos se muestran desconfiados sobre estas teorías, por lo difícil que resulta sacar conclusiones acerca de la salud y de la identidad de una persona a partir de un cuadro de hace 500 años.
«Todas las conjeturas médicas son un absurdo; son basura sin ninguna evidencia que las sustente. Si fuera tan fácil diagnosticar algo, enviaríamos una foto nuestra al médico en vez de ir al consultorio. Para diagnósticos serios, se necesita hacer análisis», comenta Sassoon.
Las hipótesis surgen día a día
La teoría más reciente señala un problema de tiroides que la condenaba a llevar esa característica sonrisa. Lo escuda Mandeep R. Mehra, director médico del Centro Cardíaco y Vascular Brigham, en Boston. Aunque se ha desarrollado en 2018, lleva décadas mencionándose.
Menhra defiende que la curiosa anatomía de la Mona Lisa quizá hable una condición médica: el hipotiroidismo. Justifica su teoría en una carta al editor de la revista médica Mayo Clinic Proceedings. La piel amarillenta, la ausencia de cejas y el nacimiento del pelo muy atrasado de la modelo del cuadro son algunos de los síntomas físicos que Mehra relaciona con los problemas de tiroides. Una forma extraña de cuello, al parecer un posible bocio, y la hinchazón de la mano derecha. Un posible hipotiroidismo provoca un «retraso psicomotor y debilidad muscular», asegura el médico en el texto, lo que podía explicar esa sonrisa incompleta en el rostro de la modelo.
El crítico de arte Jonathan Jones apuntaba en 2017, que la Gioconda tenía sífilis. Para reforzar su teoría, con la que pretende explicar el tono lúgubre de un cuadro «lleno de enfermedad y muerte», el británico recuerda que uno de los pocos documentos históricos relacionados con Lisa Gherardini es la compra de algo tan inusual como el agua de caracol. «En tiempos anteriores a la medicina moderna, era uno de los ingredientes básicos para combatir las enfermedades de transmisión sexual».