Mujer, algunas veces,
La tristeza de la lluvia
Se me aparece en tu mirar.
Más allá de tu sonrisa,
Viven todas tus estrellas
Ocultas y vestidas de silencio.
A veces, en las madrugadas,
Salgo a buscarme
Por las calles de los libros.
La tristeza de un niño
Despierta el llanto
De todas las estrellas.
A cualquier hora,
Al abrir un libro,
Amanece tu recuerdo.
Ante la mirada de un niño,
Tiemblan las estrellas
Y empieza un nuevo amanecer.
Dentro del poema
Se encuentra dios
Con la mirada de los hombres.
Dentro del poema
Se encuentra dios
Con la mirada de los hombres.
Todas las palabras
De mi voz y de mis manos
Habitan tu silencio.
De ti, mujer,
Nacen todos los cantos
Y los pájaros del mundo
Esta noche
Es una lágrima negra
Dentro de mi ser.