Ana Karina Santos. El dibujo basado en lo figurativo es la esencia de las obras del artista plástico Mario Torrecilla.
Explica que sus dibujos se centran en la figura humana y a partir de allí va alimentando la obra con diferentes signos y figuras que forman parte de la personalidad o de algún hecho que hayan vivido los personajes que plasma.
Sus piezas pueden basarse en personajes anónimos que cuentan una historia y dan un mensaje.
Sobre su formación académica recuerda que en su familia la pintura no era una prioridad, su padre ansiaba que él se dedicase al negocio familiar, pero tras llegar a un acuerdo en tercer año, Torrecilla pudo ganarse la oportunidad de prepararse en el mundo de las artes.
Indicó que estudió con diferentes pintores, uno de ellos, Ludovico Pérez reconocido artista de Quilmes, experto en xilografías, grabados y pinturas con el que se formó durante un par de años.
Luego de ello acudió a un instituto en el centro de la plaza de Avellaneda en el que hoy día existe una galería de arte.
Entre sus objetivos refleja que desea que sus obras sean conocidas: “Que hablen de mis obras, que llegue el mensaje, que la obra hable y uno se quede callado”. Su inspiración es pintar todo lo que lleva dentro con su personalidad y esencia artística.
Mario Torrecilla continúa proyectándose con el apoyo de la Galería Artout de Caminito en Buenos Aires, en donde además ha participado en varias exposiciones colectivas.
Una recomendación que realiza a las nuevas generaciones de artistas es que aprendan a desarrollar su propio vuelo, que no se queden pegados en las enseñanzas de los maestros porque terminan siendo una copia, teniendo capacidades para encontrar eso que los hace únicos.
