La carrera de Lilia Perrone Carrillo es un ejemplo claro de cómo la coherencia conceptual, la profundidad simbólica y la excelencia técnica pueden construir, a lo largo del tiempo, una obra artística sostenida y valorizada en distintos contextos culturales. Escultora y artista visual argentina, su producción ha sido reconocida de manera constante en galerías, instituciones y espacios de prestigio internacional, consolidando un recorrido donde el reconocimiento no es circunstancial, sino acumulativo.
Desde sus primeras participaciones en el circuito europeo, la obra de Perrone Carrillo comenzó a captar la atención de jurados y curadores por su fuerte carga simbólica y espiritual, una impronta que atraviesa toda su producción y que se ha convertido en uno de los ejes de valoración de su trabajo.
Premios que marcan hitos en su carrera
Uno de los primeros reconocimientos internacionales relevantes fue el otorgado a “El secreto de un sabio”, obra premiada por la Galería d’ Art i Disseny Patricia Muñoz en Barcelona, España. Este premio significó un punto de inflexión en su proyección europea, legitimando su obra dentro del circuito galerístico español.
La valorización continuó en Italia, donde Perrone Carrillo obtuvo el Segundo Lugar en Open Art 2012 con la obra “Conciencia”, exhibida en la prestigiosa Sala Bramante, en la Piazza del Popolo de Roma. La selección y premiación en este contexto no solo reforzó su posicionamiento internacional, sino que confirmó la solidez conceptual de una obra que dialoga con temas universales como la conciencia y la transformación humana.
Ese reconocimiento se profundizó con “Entre el cielo y la tierra”, obra que recibió el Primer Premio en Escultura en la Galería Coronari, ubicada en la histórica Piazza Navona. Este galardón consolidó su lugar dentro del campo escultórico contemporáneo, destacando la madurez formal y el dominio del lenguaje tridimensional que caracteriza su producción.
A este recorrido se suma la distinción otorgada a “Entre el dolor y el amor (La Piedad)”, obra reconocida con el Gran Premio de Honor, un reconocimiento que reafirma el valor simbólico y emocional de su trabajo, capaz de abordar el sufrimiento humano desde una mirada trascendente y profundamente humanista.
En el ámbito institucional argentino, la obra “El inicio de un vuelo” fue premiada por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y expuesta en la Casa de la Provincia, reforzando la validación local de una artista ya reconocida en el exterior y consolidando el valor de su obra dentro del patrimonio cultural contemporáneo.
La proyección internacional se amplió hacia Estados Unidos con “La mariposa y el dragón”, obra premiada y exhibida en el Museum of the Americas de Miami, un espacio que refuerza la circulación y valorización de su producción en el mercado y el circuito museístico norteamericano.
Valorización sostenida y construcción de legado
Lejos de responder a una lógica de reconocimiento aislado, los premios obtenidos por Lilia Perrone Carrillo dan cuenta de una valorización progresiva y sostenida de su obra a lo largo del tiempo. Cada distinción se inscribe dentro de un recorrido coherente, donde la reiteración del reconocimiento internacional fortalece su posicionamiento artístico y patrimonial.
Su obra, presente en colecciones, galerías e instituciones de distintos países, se consolida no solo por la acumulación de premios, sino por la continuidad de un discurso estético y espiritual que ha sabido mantener vigencia y profundidad.
En un contexto donde el valor del arte se construye tanto desde el mercado como desde la legitimación cultural, la trayectoria de Perrone Carrillo demuestra que el reconocimiento sostenido, la circulación internacional y la coherencia conceptual son pilares fundamentales para la consolidación de una obra con proyección de largo plazo.
