Ana Karina Santos. En la última década se ha registrado la desaparición de más de 100 lenguas; otras 400 están en situación crítica, y 51 son habladas por una sola persona, según datos aportados por la Unesco.
La preocupación de la Unesco es comprensible, la desaparición de idiomas trae consigo la pérdida del patrimonio cultural que se intenta preservar por todos los medios.
Según los expertos cada 14 días muere un idioma y en la Argentina hay 10 en peligro. Es importante señalar que casi la mitad de las 6.700 lenguas que se hablan en el mundo están en peligro y el 90 % de ellas corre el riesgo de desaparecer antes de que termine este siglo.
De 20 pueblos indígenas en Argentina se extraen 14 idiomas, diez de ellos podrían desaparecer en cualquier momento.
La representante de la Unesco Magaly Robalino enfatizó la importancia de cada uno de los idiomas:
«Con cada lengua que desaparece se va una parte de la vida humana sin posibilidad de retorno. Se extingue no solo un vehículo de comunicación, sino una cultura, un acervo de conocimientos, un sistema de pensamientos, una forma de ver el mundo, un sistema de relaciones y valores familiares y una fuerza de ciudadanía”.