Ana Karina Santos. A 350 años del aniversario de su muerte, considerado el hereje del arte por romper todas las leyes artísticas, Rembrandt salió de los esquemas tradicionales al renunciar a los patrones de belleza que dominaban en la época.
En el sello personal de este artista se encuentra haber sido el primer artista que pintó mujeres reales, no eliminaba ni celulitis o arrugas, ya que plasmaba la realidad que observaba.
Sus principales musas no eran las personas de la realeza y aristocracia, ya que tenía preferencia por “la gente vieja y desgastada».
Uno de los curadores del Rijksmuseum de Ámsterdam Jonathan Bikker, autor de “La Biografía de un rebelde”. Como el mismo lo manifiesta «quería ser el mejor artista de la historia del arte y del mundo, y para lograr eso, no se puede ser un simple seguidor de otros o hacer lo mismo que hacen los demás”.
Rembrandt falleció en medio de la pobreza en el año 1669, en Holanda y muchos países del mundo admiran su obra, la cual está conformada por 340 cuadros, más de 300 grabados y 2.000 dibujos en donde se incluyen autorretratos, valorados en millones de dólares.